- EE.UU. está haciendo muchas cosas, también en el plano militar, contra la carrera nuclear de Corea del Norte. De hecho, será difícil encontrar otro asunto en el que su coordinación con sus aliados y competidores estratégicos sea mejor.
- La opción de intervenir militarmente y derribar el régimen personal-nacional-comunista de Corea del Norte a la iraqui no es la única, sino la última de las opciones. Y hay toda una gradación de opciones y procedimientos en la estrategia estadounidense publicada al respecto; cabe sospechar que, en la no publicada, también.
- El programa de defensa antimisiles del largo alcance estadounidense ya había sido acelerado años atrás, en previsión de acontecimentos como el presente, como uno de los instrumentos de acción, no el único (vid punto 1. y 2.), de los que está usando.
- Los europeos, algunos europeos desde luego, han tomado nota del asunto y apoyan muchas de las propuestas y programas de los EE.UU. en el seno de la OTAN respecto de los riesgos de proliferación de armas de destrucción masiva y de defensa activa contra sus vectores, sean estos sofisticados (misiles de largo alcance) o simples (p. ej. contenedores de transporte marítimo). Tanto en la OTAN como en la UE se discuten propuestas que, aparentemente confrontadas, en caso de amenaza inminente, confluirán.
- Precisamente, la familia de buques dotados del sistema AEGIS estadounidense , con capacidad de defensa antimisil de zona, tiene en los buques de la clase F-100 de la Armada española y de la clase F-310 de la Armada noruega -construidos en España- las capacidades europeas más avanzadas al respecto, que incluyen la plena integración operativa entre dichas Armadas y los sistemas conjuntos de los EE.UU. a través de 'interfaces' seguros... de momento.
El GEES aparece una vez más como un genuino representante de la tradición jominiana en el análisis de las cuestiones estratégicas, caracterizándose por la limitación conceptual, espacial y temporal de las opciones políticas que presenta, tendentes dada su simplificación a usar y a abusar de los instrumentos militares más de la cuenta.
Quienes creemos que la comprensión y la práctica de la lógica de la guerra -y de la paz- tiene en la enseñanza clausewitziana mejor utillaje para el análisis y la acción sabemos que las soluciones no son mágicas y sus efectos mucho más complejos en la realidad que lo que es posible presentar en powerpoint.
Dicho esto, servidor está mucho más cerca de aceptar el análisis del GEES que la peligrosa confusión a la que induce -junto a tantos otros generalistas- Lluís Foix en su comentario El problema es la bomba nuclear, publicado hoy en La Vanguardia.
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