9/04/2006

El trípode inestable: El Líbano, Irak, Afganistán


Cualquiera que haya tirado con ametralladora montada sobre trípode sabe que las tres patas del mismo tienen que estar bien asentadas. Si no, no sólo el tiro es errático, sino el conjunto de la máquina, inestable.
Andrés Ortega Klein nos porporciona hoy el análisis sobre el que probablemente se ha fundado la encomienda de Felipe González en Irán.
Clamorosamente, falla en la percepción sobre el papel de Turquía en la crisis que vivimos en el Gran Oriente Medio. Turquía sufre un recrudecimiento de los ataques terroristas del PKK, que goza de santuario en el Kurdistán iraquí. Barzani, tres o cuatro generaciones familiares combatiendo por la independencia del Kurdistán, ha arriado la bandera confederal de Irak en sus edificios públicos, incumpliendo la Constitución "a la libanesa" del nuevo Estado mesopotámico en la que tanto fian los EE.UU. y sus aliados. Turquía, miembro de la OTAN, apestada en la UE, cada vez más alejada de Israel, antes de acudir a El Líbano, examinará sus opciones: EE.UU. tendrá que decidir con quién está.
El GEES da las razones por las que precisamente hay que ir a El Líbano... si hubiere la formulación de reglas de enfrentamiento que se atisba en el diseño convencional de las fuerzas que están enviando Italia y Francia a dicho territorio.
En Afganistán, como estaba anunciado en los mentideros de la OTAN, las fuerzas bajo su mando están entrando en combate abierto con los talibán, de momento sobre la frontera con Pakistán, ya vermos si, pronto, sobre la frontera con Irán.
Como siempre incisivo y libre, Luis Reyes da en La Gaceta de los Negocios una explicación directa y optimista sobre la encomienda decorbatada que ha llevado a Felipe González a Teherán. La lectura para los pacificadores españoles que irán a El Líbano es: deberemos ser condescendientes con los pupilos de los ayatolás, con tal de que no tiren contra Israel desde nuestra zona de responsabilidad y de que, sobre todo, no tiren contra nosotros.

Pero el trípode estratégico es muy, muy inestable. Dicho de otro modo, es una tabla de ajedrez en la que la partida no se está jugando en la conocida modalidad en la que participan cuatro jugadores... sino en la inédita de ocho o más. Quién sabe si nuestros pacificadores tendrán que combatir y, sobre todo, junto a quién.

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