8/22/2006

A la señora Merkel, a propósito de Canarias

Estimada señora Merkel, canciller de Alemania:
Todos sabemos que, tras Francia, Alemania tiene grandes inversiones en España. Depués de las Islas Baleares, el mayor índice de propiedades e intereses alemanes vinculados con el turismo -esa inmigración más o menos temporal que tanto nos renta a los españoles- se da en las Islas Canarias. En las Canarias, pacíficamente, son los británicos los mayores competidores de Alemania en dicho sector. Poco que ver, desde luego, con aquella competencia vieja y superada que llevó al desembarco de tropas alemanas, según refleja la foto, en Rodas, en el Dodecaneso griego frente a Turquía, en 1943 .
La Unión Europea, a través de su agencia de fronteras, FRONTEX, está demostrando poca diligencia, cuando no, poco interés en echar la mano prometida a las autoridades españolas para la prevención y control de las oleadas de inmigrantes que, a bordo de cayucos, llegan a las Islas Canarias. Sabemos que las oleadas se incrementarán a medida que se aproxime el otoño y el lógico empeoramiento de las condiciones de navegación entre África y el archipiélago.
Ud. sabe mejor que nadie en Europa cuán delicado es el problema de fondo que plantea la inmigración ilegal. Europa, gracias a la paz y al desarrollo sostenido durante decenios, es un foco de atracción para los pobres, a los que solemos confundir de entrada con criminales. Y sin embargo todos nos necesitamos: los españoles recordamos cómo nuestra inmigración a la Alemania en rápida reconstrucción tras la segunda postguerra mundial, más reglada que la actual que nos asalta, permitió que para 1970 recuperáramos el nivel comparado de desarrollo que teníamos con Alemania en 1936.
Sabemos que Alemania ha tenido una gran influencia en el establecimiento de FRONTEX en su sede polaca. Polonia, Finlandia, los Países Bálticos, las repúblicas Checa y Eslovaca y Hungría son países miembros de pleno derecho de la Unión Europea que, por pura lógica geográfica, salvaguardan a Alemania de padecer oleadas inmigratorias procedentes del Este y Sureste de Europa, tal como se produjeron al inicio del proceso de reunificación de la Alemania europea.
Temo muy mucho que aquella prioridad, lógica históricamente, siga pesando en los ritmos de trabajo de FRONTEX.
Sabemos que Francia, pese a sus excelentes bases operativas e intereses permanentes en África, no puede apoyar un esfuerzo coordinado de la Unión en el control de las oleadas migratorias que parten mayoritariamente del área francófona del Continente Negro. Tanto Portugal como España y, más avanzada, Italia, están construyendo un modelo de control marítimo de fronteras que responda a las necesidades de la Unión con buques y aviones adecuados que todavía tardará en adquirir forma definitiva.
Ello es debido, primero, a que esa construcción padece por el modelo napoleónico de Seguridad Nacional que persiste en los países latinos de Europa, por el que tradicionalmente interesa más lo que puede pasar en el interior de las fronteras que lo que sucede en su exterior.
Pero, lo cortés no quita lo valiente, también padece, en segundo y no menos importante lugar, por el escaso interés público que existe en países estables y satisfechos como lo es Alemania ante problemas que no afectan directamente a su soberanía y seguridad nacional. Hay percepciones distintas, consecuencia inevitable de memorias históricas diferentes, aunque estemos todos integrados en la Unión Europea.
Los propietarios y empresarios alemanes en las Islas Canarias le podrán ampliar los detalles concretos del problema existente hoy respecto de la inmigración ilegal en el archipiélago español. Más allá, no dudo que los estrategas de E.On, caso de sumar a sus activos los de Endesa, podrán darle cuenta del enorme potencial que las Islas Canarias y su entorno geográfico tienen cara al futuro del mercado de la energía en Europa. Los EE.UU. han tomado buena cuenta de ello y, dadas sus excelentes relaciones con la actual Administración estadounidense, supongo que podrá completar con nuestros comunes aliados los datos precisos para formar su opinión.
Desde este minarete personal, ¿qué es lo que le pido?
Simplemente, que tome en consideración, contrastándolos y ampliándolos, los datos aquí aportados y que valore en qué medida estoy acertado en la siguientes apreciaciones:
  1. Alemania tiene en la Cuenca del Mediterráneo y en la Fachada Atlántica de África un frente de oportunidades estratégicas equivalente al representado por Rusia, el Caúcaso y el Asia Central, y
  2. Según evolucionan los conflictos existentes en dichas áreas del Sur, los riesgos con asiento en esos territorios y poblaciones también se están incrementando para la Alemania europea.

No en vano, Francia tiene en su territorio continental europeo más inmigrantes subsaharianos y magrebíes que turcos habitan el suelo alemán. Los españoles y, en menor medida, italianos y portugueses sómos un filtro para contener la presión que existe, dentro y fuera de sus fronteras nacionales, sobre nuestros socios y aliados galos.

Sin distraer más su atención, quedo suyo affmo. (etc, etc, ...)

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