En documento librado en Bruselas el 20 de agosto de 2006 (Reg. S231/06) y llegado hoy día 21, Javier Solana, físico de formación y Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior y de Seguridad, ha comunicado el contenido de una conversación telefónica mantenida con el Dr. Ali Larijani, filósofo de formación y secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional de Irán, (en la foto).
Solana asegura que "ha sido una conversación construtiva en la que ambos hemos repasado diversos aspectos del programa nuclear iraní. Nos hemos puesto de acuerdo en nuestra disponibilidad, dadas las actuales circunstancias, para sostener futuros contactos con el ánimo de reestablecer la confianza (mutua) sobre la naturaleza púramente civil del programa nuclear de Irán".
Ni el ayatolláh Jamenei, jefe supremo de Irán, ni Bush, presidente electo de los EE.UU. en comicios libres y sometidos a escrutinio público, parecen estar en la misma onda.
Lo importante, desde el punto de vista técnico, es que las centrifugadoras iraníes de ciclo rápido -proporcionadas por Rusia con asistencia de empresas europeas occidentales- producen material fisible en escasa cantidad pero con gran volúmen de detritus de alta radiación, útiles también para hacer daño si se diseminan.
Tal vez Amadineyab, ingeniero de formación y presidente de Irán, nos saque de dudas el 22 de agosto.
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