Dicen que es tremendista (RAE, 3ª acepción) -qué tremendos los clásicos de Don Antonio Machado- como lo fuera el apodado Frascuelo, que murió de pulmonía.
Sin embargo, tiene algo, no sé qué, de El Viti, imaginaciones mías, recuerdos de infancia, en sus faenas de hoy, por ayer, y para siempre.
José Tomás brindó al público y no estuvo mal que entre el público estuviera el Rey. Que no mareen con cortesanas costumbres... José Tomás fue a hacer lo que tenía que hacer y lo hizo: torear.
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