Nuestro local Wolfowitz, Rafael L. Bardají, sale en defensa del original en ABC con el comentario estratégico ¡Muerte al “Neocon”!.
Ruego calma. Victoria Prego, directora adjunta de El Mundo, ha dicho hoy en "Los desayunos de TVE", más o menos, "que en un país de cultura católica como España no hubiera habido 'caso Wolfowitz'".
Creo que la Conferencia Episcopal protestará, si no pública, al menos privadamente al respecto.
Sólo pregunto a Bardají si, en consonancia con su línea de defensa de Wolfowitz, durante los mandatos de Aznar, se crearon los mecanismos precisos para evitar que cayeran "en el disparadero de la burocracia" los buenos políticos, como desde luego lo son Wolfowitz y el propio Bardají de entre los de la derecha mundial.
Lo que me extraña es que, de fondo, Bardají defienda los términos de la solución "pasteleada" en el Banco Mundial.
¿Será por que quienes han acabado en dicha institución con Wolfowitz son deudos de Gordon Brown, candidato a liderar el Partido Laborista y el gobierno británico, quien a su vez tiene algo que decir sobre la posible compra de The Wall Street Journal por parte del jefe del jefe de Bardaji, el sr. Murdoch?
(Para más información, bajo pago, se recomienda la lectura de How to save U.S. newspapers from the long grasp of Rupert Murdoch, nota de los editores de The New Republic, unos rojos que apoyan a Bush en las cuestiones clave).
Quedo a la espera de movimientos editoriales, también, en España.
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De que lo del candidato socialista Sebastián respecto del alcaldable y más que seguro alcalde de Madrid Ruiz Gallardón eran preguntas capciosas, no me queda ninguna duda.
Tampoco la tengo respecto de que la información periodística usada para formularlas había sido publicada por medios afines al Partido Popular hace meses con la esperanza de minar el futuro de Ruiz Gallardón.
Destaca la cerrada defensa de la dignidad personal del candidato popular por parte de ABC y la casi tan abierta de El País. Otros medios y editores -incluidos los que publicaron las mentadas informaciones- mantienen otro perfil.
En todo caso, sospecho, sólo emergerá lo contenido en el sumario de la "Operación Malaya".
Y es que es en Marbella donde empieza y termina todo en España.
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